El olfato a la hora de catar un vino
La enóloga, Carmen de Aguirre, nos comparte información vital para comprender la importancia de la fase olfativa a la hora de catar un vino.
Según la experta, existen distintos tipos de aromas, los cuales se dividen en primarios, secundarios y terciarios, cada uno aporta información para la experiencia y el disfrute del vino.
Los aromas primarios, son aportados por la uva y pueden ser de varios tipos como: flores, frutas, vegetales y minerales. Los aromas secundarios, por su parte, son los relacionados con la fermentación alcohólica y maloláctica y entre ellos podemos encontrar aromas a levadura, pan, mantequilla, yogurt, crema y lácteos en general.
Finalmente, los aromas terciarios o también denominados “bouquet”, son los de la barrica y/o la botella. La crianza en madera transmite aromas ahumados, cacao, café, canela, vainilla, frutos secos y especias en general. Mientras que los aromas de botella, son aquellos que llevan al vino a evolucionar, esto debido al tiempo que pasa en la botella y se traduce en aromas como caja de puro, cuero y sotobosque.
Dichos aromas están relacionados con la reducción, reacción química contraria a la oxidación. La reducción se refiere a reacciones químicas sin oxígeno (las que se dan en la botella) y la oxidación se refiere a reacciones químicas con oxígeno.
“A la hora de servir un vino que lleva mucho tiempo en botella, lo ideal es oxigenarlo agitando la copa o decantando el vino, esto para que el vino se pueda expresar mejor”, afirmó la enóloga.
Por otro lado, la experta afirma que es importante tener en cuenta que el bulbo olfativo está conectado a la garganta, por lo cual, la segunda fase de la cata, que es la olfativa, se ve definida por los aromas que podemos encontrar y percibir a través de la nariz.
Cuando se degusta un vino en boca, también se pueden percibir aromas, por lo cual las moléculas aromáticas pueden ser percibidas en la boca. Muchas personas llaman sabor a lo que realmente es aroma, esto debido al hecho de que el bulbo olfativo está conectado a la garganta y esto permite interpretar aromas retronasales.
Un vino en donde solo encontramos aromas primarios es un vino joven y un vino con aromas a madera es aquel que ha pasado tiempo en barrica. Lo ideal es que un amante del vino maneje este tipo de detalles, esto para que pueda llegar a conocer más sobre el vino que está disfrutando.